El mantenimiento de los pedales asegura una rodada suave, mejora la eficiencia en la transmisión de potencia y prolonga la vida útil de los rodamientos y ejes.
1. Desmontaje de los Pedales:
o Se aflojan con una llave Allen o llave, recordando que el pedal izquierdo tiene rosca inversa.
o Se extraen cuidadosamente para evitar dañar las roscas de las bielas.
2. Desmontaje Interno y Limpieza:
o Se retira la tapa protectora del eje con una herramienta adecuada.
o Se desenrosca el eje con una llave de ajuste fino y se extraen los rodamientos (sellados o de bolas sueltas).
o Se limpian el cuerpo del pedal, el eje y los alojamientos de los rodamientos con desengrasante especializado.
3. Inspección y Lubricación:
o Se revisa el estado de los rodamientos y pistas de rodadura; si presentan desgaste o fricción irregular, se reemplazan.
o Se aplica grasa específica en los rodamientos y en la rosca del eje para prevenir corrosión y facilitar futuros desmontajes.
4. Reensamblado y Ajuste:
o Se reinstalan los rodamientos y se monta nuevamente el eje, ajustando la tuerca de retención sin generar fricción excesiva.
o Se verifica que el pedal gire libremente sin juego lateral.
5. Instalación y Prueba Final:
o Se montan los pedales en las bielas, aplicando torque según las especificaciones del fabricante.
o Se realiza una prueba de giro y resistencia, asegurando una rotación fluida sin ruidos anómalos.
Este procedimiento garantiza un pedaleo eficiente, reduciendo fricción y desgaste en condiciones de alto rendimiento.