El purgado de frenos hidráulicos es un proceso fundamental para eliminar el aire y las burbujas de aire del sistema, restaurando la potencia y la modulación del freno. Este procedimiento asegura un funcionamiento óptimo y evita fallos de frenado.
1. Preparación y Desmontaje:
o Se coloca la bicicleta en un soporte de reparación y se retira la rueda para acceder al sistema de freno.
o Se desmontan las piezas del freno, como las pastillas, y se protegen con una pinza para evitar que se toquen durante el proceso.
2. Instalación de la Herramienta de Purgado:
o Se conecta la herramienta de purgado al puerto de purga del freno, siguiendo las instrucciones del fabricante.
o Se coloca un recipiente para recoger el fluido hidráulico usado.
3. Proceso de Purgado:
o Se inyecta el fluido hidráulico adecuado en el sistema a través del puerto de purga, utilizando una jeringa o bomba de purga.
o Se acciona la maneta del freno varias veces para crear presión en el sistema, lo que empuja el aire hacia el recipiente.
o Se repite el proceso hasta que el fluido fluye de manera continua y sin burbujas de aire.
4. Comprobación de la Presión y Función:
o Se verifica que la maneta del freno tenga la presión correcta y que no haya aire dentro del sistema.
o Se comprueba la acción del freno.
5. Reinstalación y Verificación Final:
o Se reinstalan las pastillas de freno y se ajustan correctamente los tornillos.
o Se vuelve a montar la rueda y se verifica que los discos de freno estén alineados y no presenten ruidos anormales.
o Se prueba el sistema en marcha, asegurando una frenada precisa y constante.
Este mantenimiento garantiza una respuesta óptima de los frenos hidráulicos, eliminando posibles fallos y manteniendo la seguridad y el rendimiento.