El lavado y lubricado de la transmisión es un procedimiento esencial para mantener la eficiencia en el pedaleo, reducir el desgaste de los componentes y optimizar el rendimiento de la bicicleta.
1. Desengrase de la Transmisión:
o Se aplica un desengrasante específico en cadena, cassette, platos y roldanas del cambio.
o Se utiliza un cepillo de cerdas duras o una máquina limpiadora de cadena para eliminar residuos de suciedad y grasa contaminada.
o Se enjuaga con agua a baja presión para evitar la infiltración en rodamientos.
2. Limpieza de Componentes:
o Se desmonta el cassette si es necesario y se cepillan los piñones individualmente.
o Se limpian las roldanas del cambio y los platos con un cepillo de precisión.
o Se seca la transmisión completamente con aire comprimido o un paño limpio para evitar corrosión.
3. Lubricación de la Cadena y Puntos Claves:
o Se aplica lubricante adecuado (seco o húmedo, según condiciones climáticas) en cada eslabón de la cadena.
o Se retira el exceso con un paño para evitar acumulación de suciedad.
o Se lubrica ligeramente los pivotes del cambio trasero y delantero para mejorar la movilidad.
4. Verificación y Ajuste Final:
o Se acciona la transmisión pedaleando en vacío para distribuir el lubricante uniformemente.
o Se verifica el cambio de marchas para asegurar una pase preciso.
o Se realiza una prueba en marcha para comprobar la suavidad de la transmisión y la ausencia de ruidos anómalos.
Este procedimiento optimiza la durabilidad de los componentes y garantiza un funcionamiento fluido en condiciones de alto rendimiento.